Siento que voy tomando distancia...de las cosas...de mí misma...de la gente...
Estoy empezando a relativizar , a priorizar.
Se ahorra mucho sufrimiento inútil así.
Aunque se deja algo en el camino a cambio.
Creo que yo me he dejado en el camino la empatía y la intensidad de las
emociones.
Lloro menos , pero también siento menos.
Me compadezco menos de mi misma , pero también me compadezco menos
de los demás.
Aguanto mejor los momentos dolorosos , pero ya no doy sin reservas.
No se trata de miedo ni desconfianza .
Se trata sólo de una pérdida gradual de la capacidad de asombro.
Hay pocas cosas ya y muy poca gente que sean capaces de sorprenderme ,
para lo bueno y para lo malo.
Quizá debería dar la vuelta y recoger mis emociones y mi empatía de antaño.
Quizá pudiera así recuperar mi asombro.
Y volver a llorar y a reir con lágrimas.
A dar sin reservas.
Y sentir de nuevo hondamente la alegría y la pena.
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